lunes, 18 de julio de 2016

¿Diferentes o excluidos?

Hola, buena tarde para todos.

Ya hace más de dos (en realidad casi medio año) meses que no escribía una entrada para mi blog, de hecho, no he escrito nada por la sencilla pero triste razón que no he tenido la inspiración necesaria para seguir adelante. Espero volver a hacerlo pronto porque todo se ha quedado detenido.

Bueno, ahora sí, a lo que voy. Hoy quiero hablarles sobre algo que nos ha marcado a muchas personas con forme han pasado los años, creo que ha sido la “ETIQUETA” que nos ha colgado la sociedad. Quiero hablarles sobre la famosa “DISCAPACIDAD” sí, charlaremos sobre algo diferente a lo de siempre, romance, problemas y más problemas. (Okay, no es así)

Durante años, hemos sufrido de miradas, murmullos, burlas y toda clase de comentarios mal intencionados; hemos tenido que sobrevivir en medio de una selva de maldad que no entiendo ni por qué se ha creado. Creo que todo eso empuja a que nos encerremos en nuestra propia burbuja, no queremos volver a ser lastimados por aquella limitación que nos ponen sólo por la razón que somos “DIFERENTES” pero aquí la verdadera pregunta es: ¿DIFERENTES O EXCLUIDOS?

Mm… Creo que es una pregunta difícil de contestar para ustedes y para mí. Realmente, no comprendo cuál es la diferencia entre TÚ Y YO. Los “DIFERENTES” tenemos brazos, piernas, dedos, boca, ojos; cabello y bueno, hay personas que lamentablemente no las tienen. Un accidente, una enfermedad o de nacimiento son los causantes de ello pero eso no significa que sean “DIFERENTES” como nos quieren hacer parecer.

Hace no mucho, unos días tal vez, vi un reportaje en el canal Discovery, hablaba sobre un chico con un serio problema de la piel. Se llamaba Jonathan Pitre, y tiene la terrible enfermedad llamada Epidermólisis Bullosa. Es el trastorno de la piel más terrible que se haya escuchado. Esta enfermedad le ha negado grandes cosas en su vida. NO es discapacitado pero SÍ vive en un mundo de maldad. Él, es un adolecente admirable. Lo es por la sencilla razón de soportar todo ese dolor que siente cada que deben quitarle las vendas y más pero, tal vez se pregunten: ¿Esto qué tiene que ver aquí? Okay, esto tiene que ver mucho. Lean y piensen un poco. Al igual que nosotros, él vive en una tierra donde cualquier persona te mira y se detiene con tal de juzgarte por tu apariencia.

Los que estamos en silla de ruedas, a veces, nos sentimos mal por culpa de aquellas miradas destructivas que suelen darnos en las calles de nuestros países; esos comentarios o risas. NO SOMOS DIFERENTES. Sólo es que la vida nos dio nuestra lucha diferente a la de los demás. No somos perros de calle para que nos vean así. Somos HUMANOS.

Hay muchas clases de discapacidades en la vida, unas curables y la mayoría no. Síndrome de Down, ceguera, sordera; no poder caminar, no poder hablar y bueno, para mencionar todas, necesitaría un día entero y creo que no acabaría. Cuando yo me quedé en silla de ruedas, sentí mi mundo venirse abajo, me aísle en mi casa y bueno, sigo sintiéndome mal y sigo estando aislada de todo el mundo. La sociedad ha sido tan dura, diciéndome palabras que por tonta deje me influenciaran y dejé todo y me sumí en la triste de ser “EXCLUIDA”. Cuando digo TODO me refiero a estudios, sueños, vida social, convirtiéndome en una ERMITAÑA.


Tú, si eres una persona como YO no te sientas mal, no eres la única en ello. Y sí, me siento como tú. TÚ,  si eres de la comunidad que nos señala con el dedo, pregúntate: ¿POR QUÉ LOS VEMOS DIFERENTES? No lo somos. No somos ALF para ser tratados como lo hacen. Entonces, ¿DIFERENTES O EXCLUIDOS? Sin duda somos excluidos de todo. Todos tenemos los mismos derechos, no por ser “DIFERENTES” dejamos de tenerlos. Podemos soñar, amar, reír pero, ¿por qué nos limitan?

¿Diferentes o excluidos?  



martes, 12 de enero de 2016

Un toque de realidad

Hoy quiero hablarles de algo completamente desgarrador pero probablemente la historia de amor más grande que se haya podido leer. Creo que muchos (todos) hemos leído la majestuosa obra de John Green, Bajo La Misma Estrella.

Hace no mucho (menos de una semana) comencé a leerla, hace un par de horas acabe con eso. Leyendo cada línea, llorando cada lágrima, riendo cada risa, y llegando a la conclusión que… nunca es tarde para vivir. Con esa historia, todos aprendimos a amar un simple pero bendito «Okay». Cuatro palabras que significan mucho en la historia de Hazel y Gus.

Muchos de nosotros, y digo nosotros, porque también he dicho y pensando eso. Muchos que sufrimos de alguna enfermedad, que puede matarnos de un día a otro nos hemos dicho el famoso «voy a morir», lo mencionamos siempre que podemos, lo metemos en cada frase y en cada segundo de nuestra vida, lo decimos cada vez que podemos. Eso nos lleva de la mano hacia la otra frase «nunca seremos amados plenamente» pero leyendo la historia me he dado cuenta que nunca es «demasiado tarde» para vivir, amar y ser amado plenamente.

Luego de leer he llegado a varias conclusiones, que están dichas en tres simples letras.

a) Morir no significa estar muriendo. Entendí que la lástima que sentimos por nosotros mismos es un efecto colateral de estar muriendo. Llegue a la conclusión que el efecto colateral de estar muriendo, no puede gobernar nuestras vidas, porque aún no hemos muerto. Creo que muchos aún tenemos mucho para dar. Una batalla cuerpo a cuerpo, una batalla a muerte, dónde pelearemos contra la enfermedad que tengamos, ya que ella solo pide vivir al igual que nosotros.
b) Hay una cita en el libro que todo mundo conocemos «Hay infinitos más grandes que otros infinitos». Todos entendemos de diferente manera esa cita y yo he llegado a la conclusión de… Hay personas que llegan a tu vida de golpe, y esas mismas personas te dan tu pequeño infinito aunque así sea breve. Te dan un universo lleno de infinitos recuerdos que nunca serán tan solo unos recuerdos. Personas que un día te fueron desconocidas te regalan el más hermoso infinito sin darse cuenta de lo maravilloso que te han dado.
c) El famoso y grandioso «C» es tan sencillo. Mientras hay esperanza hay vida.


Esas tres pequeñas conclusiones he llegado a tener en mi mente, claro, todos concluimos de diferentes maneras pero lo que he compartido con ustedes, es la mía. No importa si es tarde o temprano, teniendo vida, hoy o mañana llegará nuestro propio Augustus Waters. NUNCA ES TARDE PARA VIVIR PLENAMENTE. 

lunes, 4 de enero de 2016

4 de Enero...

Disculpen, no había tenido el suficiente tiempo para la primera entrada del año. Muchas gracias por sus lecturas. 

De tantas veces que hemos caído y nos hemos levantado, da miedo volver a intentarlo porque sabemos que de alguna u otra manera volveremos a caer, hincados, lastimados en lo más profundo de nuestro ser. Entonces, ¿por qué lo volvemos a intentar si sabemos el resultado?

Como humanos, sabemos que debemos seguir luchando a pesar de caer y rompernos en mil pedazos, como humanos sabemos que si nos rompimos en mil pedazos tenemos que levantarnos y unir cada uno de ellos. El verdadero problema es que ya no somos humanos, dejamos de serlo hace miles de años por la sencilla razón que ahora somos marionetas del destino. Ya no trazamos el nuestro propio, a veces por cobardía decidimos seguir por el camino que ya existe, en lugar de ir por el sendero que nosotros mismos podemos ir construyendo cada día.

Sé que luego de caer, da miedo volver a levantar el vuelo. Si dijera que eso no es así, estuviera mintiendo, y acepto que he sido cobarde al darme por vencida. Una vez ya lo hice, y ahora me arrepiento como nadie por haberlo hecho. 


En ésta vida todo lo que existe de alguna manera da miedo. Da pavor el amor, ya que no sabemos si saldremos sonriendo como entramos; da terror una labor de parto, da miedo el futuro incierto. Tenemos miedo por todo, aunque no sepamos reconocerlo.

Por más que duela, aunque así cada intento te haga llorar, gritar e intentar dejarlo todo por la paz, no debemos permitir que eso nos mueva los hilos. Por qué honestamente, pesa demasiado darte por vencida/o. Te das cuenta que fuiste un cobarde al momento que ves lo que tanto anhelabas tener. Duele cuando dices “Hasta aquí llegue”, pero duele más, voltear a ver y darte cuenta que todo aquello maravilloso está en otro lado y no en el tuyo. 

viernes, 25 de diciembre de 2015

Terrible y hermosa pesadilla.


 Amor, una palabra poco común en personas pocas comunes. Dicen que en la vida no podemos decidir de quién nos enamoraremos verdaderamente, no podemos saber quién será la persona que nos robará miles de suspiros, que habitara en millones de sueños, y menos, podemos saber quién será el que nos quité billones de miedos.

El corazón es el que manda. No escucha razón, no ve lejanía; no ve que algunos amores no tienen futuro en la vida. El corazón solo ve a aquella persona que desde el primer momento sabes que será alguien importante para el resto de los días. El corazón simplemente comienza a latir y te susurra al oído, diciendo que ha iniciado un duro camino, una dura batalla entre la luz y la oscuridad. Un combate donde puede salir victorioso, o puede acabar muerto y hecho pedazos.

Para muchos el amor es una causa perdida de la razón, veracidad de la existencia o simplemente es una palabra compuesta por cuatro letras. En algunos casos el amor no es el que manda, lo que manda en la realidad por más dura que sea pero eso no le importa al musculo rojo que late por tan solo una persona diariamente. Un corazón que te envuelve en su más grande juego de ilusión. Haciendo que crezca un amor donde lo primero es aquella persona, haciendo que miles de mariposas vuelen y golpeen contra tu estómago. Haciendo que sientas el más casto sentimiento sobre la tierra. Pero también te mete en una terrible y hermosa pesadilla.

El amor crece en el corazón que un día tal vez estuvo muerto. El amor por más lejano, loco, tonto; no lo elegimos. El amor nace y se fortalece si en verdad lo sientes. El amor no solo es decirlo, el amor se demuestra con hechos. Algunos tienen amores; yo tengo el mejor y único amor en existencia. 

lunes, 14 de diciembre de 2015

Cambio

Como seres humanos tenemos en común algo, la muerte. Nadie se salva de morir, no importa la religión, nacionalidad, color o idioma; todos somos humanos y  tarde o temprano seremos un recuerdo o tal vez ni eso. Por ley todos moriremos, unos lo harán en 20 o 30 décadas más adelante de éste año; otros moriremos a mitad de camino, moriremos antes de llegar a la tercera década o bueno, ni siquiera llegaremos a la mitad de la segunda.

Pero la verdadera pregunta es: ¿qué es la muerte? Muchos la conocen como acabar con ésta vida llena de imperfecciones comunes pero llamativas, en su totalidad lo llaman “sufrimiento”. Sin embargo, otros la conocemos como “cambio”. Un cambio como el que pasa una oruga para luego transformarse y ser una hermosa mariposa que vuela libre por los cielos, sin importar su destino. Podría parecer tonto pensar de esa manera pero es la verdad. Morir es tan solo cambiar de plano, yendo a una dimensión donde no hay más dolor, donde no hay ninguna clase de sufrimiento infernal como el que podemos encontrar día a día en éste mundo.

Claro, nadie queremos dejar la vida donde queremos vivir muchas cosas como: amor. Todos queremos vivir un amor, unos lo quieren vivir como se vive en una historia de príncipe a caballo, rescatando a la princesa; muchas personas quieren encontrar a su príncipe azul sacado de un cuento pero no es necesario que tenga un traje azul, que sea rubio, alto y de buen cuerpo. Con tan solo veas su verdadero interior, basta y sobra para que se convierta en un príncipe azul. No hay necesidad de vivir una historia de amor para saber que es el amor.

Tampoco queremos dejar de vivir las “perversiones” que el mundo nos ofrece como el alcohol, fiestas, sexo y mucho más. Queremos seguir metidos en una dimensión donde esa clase de cosas hacen feliz a muchas personas pero al punto que quiero llegar es que no debemos ver la muerte como un final, debemos verla tan solo como un cambio. Un cambio que nos traerá grandes cosas. A veces la muerte nos ve a los ojos directamente, muchas personas y digo muchas porque me sucede también; cuando nos mira directamente, sin quitarnos los ojos de encima nos da pavor irnos y dejar cosas inconclusas, dejar a nuestras familias, dejar de hacer lo que amamos, dejar de ver a personas que queremos, dejar en éste mundo a nuestro príncipe azul. Esas son algunas cosas que tememos dejar pero he llegado a la conclusión que morir no es perder, morir es ganancia.


Viviendo con algo que podría alejarme de éste mundo de un momento para otro me ha enseñado que no debemos temer a lo que pueda venir, si nuestro destino es acabar nuestra propia historia anticipadamente tan solo debemos cambiar la perspectiva y sonreír. Intentar vivir lo poco o mucho que nos quedé con una sonrisa amplia, y llena de vida; con esperanza en que todo será mejor tarde o temprano. 

domingo, 6 de diciembre de 2015

Nota de autora

¡Hola a todos! 

Estos últimos días he tenido muchos contratiempos como: la pc. He tenido varios problemas con ella, impidiéndome movilizar con tranquilidad. Por suerte eso ya he logrado solucionarlo, solo espero que no me vuelva a suceder por culpa de la mala señal. Otro problema que he tenido es que no he gozado de buena salud en esta última semana. Eso provoca un cansancio terrible, y otras cosas más ligadas a la enfermedad. Bueno, ha todo eso se ha basado mi falta de actualización de la Fanfic. Ya han pasado varios días sin hacerlo y claramente se está perdiendo el apoyo; por eso mismo les escribo esto para que me puedan entender. No es que yo no quiera hacerlo, los problemas me lo impiden. Éste finde espero poder hacerlo, no quiero retrasarme más en eso pero si por algo que se llegara a presentar no podría espero su comprensión,

Muchas gracias, nos vemos.