Hola, buena tarde para todos.
Ya hace más de dos (en realidad casi medio año) meses que no escribía una entrada para mi
blog, de hecho, no he escrito nada por la sencilla pero triste razón que no he
tenido la inspiración necesaria para seguir adelante. Espero volver a hacerlo
pronto porque todo se ha quedado detenido.
Bueno, ahora sí, a lo que voy. Hoy quiero hablarles sobre
algo que nos ha marcado a muchas personas con forme han pasado los años, creo
que ha sido la “ETIQUETA” que nos ha colgado la sociedad. Quiero hablarles
sobre la famosa “DISCAPACIDAD” sí, charlaremos sobre algo diferente a lo de
siempre, romance, problemas y más problemas. (Okay, no es así)
Durante años, hemos sufrido de miradas, murmullos, burlas y
toda clase de comentarios mal intencionados; hemos tenido que sobrevivir en
medio de una selva de maldad que no entiendo ni por qué se ha creado. Creo que
todo eso empuja a que nos encerremos en nuestra propia burbuja, no queremos
volver a ser lastimados por aquella limitación que nos ponen sólo por la razón
que somos “DIFERENTES” pero aquí la verdadera pregunta es: ¿DIFERENTES O
EXCLUIDOS?
Mm… Creo que es una pregunta difícil de contestar para
ustedes y para mí. Realmente, no comprendo cuál es la diferencia entre TÚ Y YO.
Los “DIFERENTES” tenemos brazos, piernas, dedos, boca, ojos; cabello y bueno,
hay personas que lamentablemente no las tienen. Un accidente, una enfermedad o
de nacimiento son los causantes de ello pero eso no significa que sean
“DIFERENTES” como nos quieren hacer parecer.
Hace no mucho, unos días tal vez, vi un reportaje en el
canal Discovery, hablaba sobre un chico con un serio problema de la piel. Se
llamaba Jonathan Pitre, y tiene la terrible enfermedad llamada Epidermólisis
Bullosa. Es el trastorno de la piel más terrible que se haya escuchado. Esta
enfermedad le ha negado grandes cosas en su vida. NO es discapacitado pero SÍ
vive en un mundo de maldad. Él, es un adolecente admirable. Lo es por la
sencilla razón de soportar todo ese dolor que siente cada que deben quitarle
las vendas y más pero, tal vez se pregunten: ¿Esto qué tiene que ver aquí?
Okay, esto tiene que ver mucho. Lean y piensen un poco. Al igual que nosotros,
él vive en una tierra donde cualquier persona te mira y se detiene con tal de
juzgarte por tu apariencia.
Los que estamos en silla de ruedas, a veces, nos sentimos
mal por culpa de aquellas miradas destructivas que suelen darnos en las calles
de nuestros países; esos comentarios o risas. NO SOMOS DIFERENTES. Sólo es que
la vida nos dio nuestra lucha diferente a la de los demás. No somos perros de
calle para que nos vean así. Somos HUMANOS.
Hay muchas clases de discapacidades en la vida, unas
curables y la mayoría no. Síndrome de Down, ceguera, sordera; no poder caminar,
no poder hablar y bueno, para mencionar todas, necesitaría un día entero y creo
que no acabaría. Cuando yo me quedé en silla de ruedas, sentí mi mundo venirse
abajo, me aísle en mi casa y bueno, sigo sintiéndome mal y sigo estando aislada
de todo el mundo. La sociedad ha sido tan dura, diciéndome palabras que por
tonta deje me influenciaran y dejé todo y me sumí en la triste de ser
“EXCLUIDA”. Cuando digo TODO me refiero a estudios, sueños, vida social,
convirtiéndome en una ERMITAÑA.
Tú, si eres una persona como YO no te sientas mal, no eres
la única en ello. Y sí, me siento como tú. TÚ, si eres de la comunidad que nos señala con el
dedo, pregúntate: ¿POR QUÉ LOS VEMOS DIFERENTES? No lo somos. No somos ALF para
ser tratados como lo hacen. Entonces, ¿DIFERENTES O EXCLUIDOS? Sin duda somos
excluidos de todo. Todos tenemos los mismos derechos, no por ser “DIFERENTES”
dejamos de tenerlos. Podemos soñar, amar, reír pero, ¿por qué nos limitan?
¿Diferentes o excluidos?
¿Diferentes o excluidos?