El corazón es el que manda. No escucha razón, no ve lejanía;
no ve que algunos amores no tienen futuro en la vida. El corazón solo ve a
aquella persona que desde el primer momento sabes que será alguien importante
para el resto de los días. El corazón simplemente comienza a latir y te susurra
al oído, diciendo que ha iniciado un duro camino, una dura batalla entre la luz
y la oscuridad. Un combate donde puede salir victorioso, o puede acabar muerto
y hecho pedazos.
Para muchos el amor es una causa perdida de la razón, veracidad
de la existencia o simplemente es una palabra compuesta por cuatro letras. En
algunos casos el amor no es el que manda, lo que manda en la realidad por más
dura que sea pero eso no le importa al musculo rojo que late por tan solo una persona diariamente. Un corazón que te envuelve en su
más grande juego de ilusión. Haciendo que crezca un amor donde lo primero es
aquella persona, haciendo que miles de mariposas vuelen y golpeen contra tu
estómago. Haciendo que sientas el más casto sentimiento sobre la tierra. Pero
también te mete en una terrible y hermosa pesadilla.
El amor crece en el corazón que un día tal vez estuvo muerto.
El amor por más lejano, loco, tonto; no lo elegimos. El amor nace y se fortalece
si en verdad lo sientes. El amor no solo es decirlo, el amor se demuestra con
hechos. Algunos tienen amores; yo tengo el mejor y único amor en existencia.